El movimiento 15-M ha convertido en Best seller el libro de Stephane Hesel, “Indignaos”.
Personalmente no me identifico con algunas de las pretensiones del movimiento 15-M, que pienso rayan en la utopía. No obstante, en ocasiones, resulta saludable adentrarse en los umbrales de lo utópico porque nos permite decir BASTA a nuestra vida cotidiana.
Mi reflexión sobre este movimiento es que, más allá de la desesperanza, desazón, hartazgo y vergüenza ajena que nos producen nuestros políticos (todos ellos), estamos asistiendo a un movimiento en el que se cuestiona nuestra propia forma y filosofía de vida.
De lo que estamos hartos y lo que nos produce indignación es la rueda que la llamada sociedad del bienestar nos impone. Fórmate, trabaja (si tienes suerte), forma una familia, hipotécate, educa a tus hijos en la misma sintonía, transita por la vida sin molestar mucho, jubílate, cobra una pensión paupérrima y muérete sin dar mucha guerra y así dirán en el funeral que fuiste una persona fantástica.
Realmente, si no tienes creencias religiosas que te aseguren un paraíso lleno de valkirias, la situación es deplorable.
Creo que la llamita que han encendido los del 15-M es que reflexionemos sobre nuestras propias vidas ( ¿realmente llevamos la vida que necesitamos llevar?). Si esto nos puede llevar a alguna conclusión y decir: YA VALE, mi fraternal bienvenida a los “indignados”.
Me uno a tus comentarios, la sociedad quiere que nuestro proceso de vida sea basicamente nacer-crecer-reproducirse-discutir-morir, pero cada uno elige...........entiendo que el dia a dia arrastra pero la elección es personal no podemos culpabilizar al entorno, los politicos, el tiempo, etc.. aunque sea lo mas facil
ResponderEliminarcreo que se va a perder una gran oportunidad de haber reflexionado sobre el deterioro de nuestra sociedad, y la historia nos dice que no hay muchas oportunidades de reflexionar en paz, las reflexiones historicamente , suelen ser con las armas en la mano
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