Con este título de una canción de Supertramp, quiero hacer una reflexión en voz alta. Es evidente que estamos asistiendo a una crisis económica de proporciones mastodónticas. Es notorio que, a nivel gubernamental, se están dando palos de ciego, haciendo un copia y pega de las medidas de otros países, con un resultado, cuando menos, mediocre. La pregunta es, desde nuestra posición de ciudadanos de " a pié ", ¿podemos contribuir en algo?.
En mi opinión existen tres modelos básicos de afrontar cualquier tipo de coyuntura de crisis:
- El llorón agorero: para el que no sólo la situación ha entrado en barrena, sino que lo que falta por venir es el cataclismo de Nostradamus.
- El Si yo....pero...: establece conjeturas de lo fácil que sería el mundo si......pero, evidentemente la solución no está en sus manos (afortunadamente).
- El que siempre y nunca ha vivido en crisis:personaje camaleónico que ha asumido, desde mucho antes de la crisis, que nadie regala nada y simplemente trata de adaptar su comportamiento y know how, a lo que las circunstancias de cada momento plantean, intentando dedicar los esfuerzos, más que a lamentarse y suspirar por los buenos tiempos pasados,a desarrollar una manera de seguir perviviendo.
Cada uno elige su modelo, pero pienso que es momento de poner en funcionamiento ese único gen que dicen nos diferencia de los chimpancés y pensar en positivo.
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