Al igual que las gasolineras, es un fenómeno imparable la aparición de las asesorías low cost.
Francamente, y a diferencia de un gran número de profesionales, que ve en este tipo de actuaciones una manera de prostituir el mercado, a mí me parece interesante este tipo de iniciativas; básicamente porque diferencian un trabajo hecho con mimo y dedicación de otro hecho por precio.
Cada uno ha de saber dónde está su segmento de mercado, y el CLIENTE, como poseedor de la sabiduría suficiente, ha de discernir que valora.
Si partimos de la base de que nadie ofrece duros a cuatro pesetas, el mensaje está claro. ¡ Qué cada uno tome sus propias decisiones!
No hay comentarios:
Publicar un comentario