Hace unos días terminé de leer el libro de Sergio Fernández, “Vivir sin Jefe”.
En él se hace referencia a los errores más comunes que cometen (cometemos) los emprendedores o autónomos, a la hora de enfrentarnos a la realidad social. De lectura interesante, mezcla obviedades con percepciones que no dejan de ser prácticas.
Una de los temas que aborda es la necesidad del autónomo de convivir con la incertidumbre. Evidentemente, si no estás dispuesto a hacer de tal incertidumbre tu compañera habitual de viaje, lo mejor es que no te conviertas en emprendedor, ya que las posibilidades de taquicardia aumentarán exponencialmente.
Ahora bien, dicho esto, yo pienso que es precisamente “ese no saber que va a pasar” lo que convierte en fascinante esta aventura.
lo que ocurre es que en estos momentos , la incertidumbre es permanente, ya que estamos en un mercado descapitalizado, donde no hay posibilidad de negocio, y ademas el autonomo esta totalmente desprotegido , legislativamente , frente a la administracion, frente a los bancos, frente a los clientes e incluso a veces frente a la propia familia
ResponderEliminarLa FELICIDAD requiere que el futuro sea incierto.
ResponderEliminarLo bueno de la vida es que es incompleta, incierta y siempre por hacer, resumiendo el hombre a vivido y vivira siempre en la incertidumbre... y que dure
¿Quién dice que no hay posibilidad de negocio?. Seguramente lo que se ha terminado es el negocio de la mutiplicación de los panes y los peces sin arriegar nada en el envite, pero si le echas imaginación, ganas, talento y, con un poquito de suerte, se pueden seguir haciendo buenos negocios. Y no hay que estar tan aferrado a la protección. Hay que ponerse a andar aunque la retaguardia quede al descubierto. Llorar en el sillón es fácil, gratis e incluso te puede llevar al convencimiento de que tienes razón. Salir a la pelea es dificil, costoso y puede causar BAJAS. Cada uno elige su forma de vivir. Yo, sin duda, me quedo con la segunda.
ResponderEliminarQuien no arriesga, no gana ...
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