Hace años (en torno al 2006) llegó a mis manos un libro “La estrategia del océano azul” , dónde los autores proponían la creación de nuevos espacios de mercado, en lo que todavía no existieran las reglas del juego ni, por tanto, la competencia, frente a los océanos rojos poblados de empresas machacándose por sobrevivir.
Traigo esto a colación, no precisamente por ser novedoso, sino porque seguimos cometiendo los mismos errores. Nuestra estrategia sigue siendo competir por birlarle el cliente al vecino en base a precios más bajos o mayor valor añadido (o ambas cosas a la vez), lanzándonos a una lucha fraticida dónde sólo hay vencidos.
Observemos a los emprendedores que, tras un periodo de desempleo y convencidos de la imposibilidad de encontrar un nuevo trabajo, se lanzan a “montar” su propio negocio, que suele ser un bar o una tienda, situadas en una zona donde lo que sobran son bares y tiendas. Más carnaza para los océanos rojos.
Nadie dice que sea fácil, pero ejemplos los hay (Desigual, Amazon, Buyvip, Atrápalo...) de empresas que han sabido crear ese océano azul, que, evidentemente, en un margen de tiempo se convertirá en rojo porque ya estará lleno de peces que lucharán por sobrevivir en el mismo espacio.
El reto, por tanto, INNOVAR y las armas la FLEXIBILIDAD y la CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN
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